El Perú tiene más de un millón y medio de jóvenes (entre 15 y 29 años) que ni estudian ni trabajan (conocidos como nini), cifra al cierre del 2023 que evidencia un crecimiento de 2,4 %, respecto al año anterior, informó el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima.
“El segmento nini representa el 20,1 % de la población juvenil en el país, el mismo que carece de programas educativos y tiene una limitada participación laboral”, afirmo Óscar Chávez, jefe del IEDEP de la CCL.
En cuanto a los jóvenes que trabajan y estudian tienen una representación de 15,7 %; los que solo estudian (45,6 %) y solo trabajan (18,1 %), conforme a la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) 2023 del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Respecto a la distribución etaria, la población nini es alta en jóvenes de entre 15 y 19 años (44,4 %), seguidos de entre 20 y 24 años (29,5 %) y 25 y 29 años (26,1 %). Si bien la cifra registrada en 2023 es significativa, esta población viene mostrando una tendencia a la baja en los últimos años, pero superior a los niveles de prepandemia.
En el 2019 el país tenía 1,3 millones de ninis, cifra que se elevó drásticamente en 2020 con 2,2 millones, debido a la crisis generada por la pandemia del COVID-19. No obstante, en 2021 la cifra se redujo a 1,6 millones de ninis. Sin embargo, para Óscar Chávez hay riesgo de que la población nini pueda incrementarse en el presente año considerando la brecha entre el aumento de la fuerza laboral y la generación de empleos formales.
Por regiones
Respecto a la distribución geográfica, los ninis muestran una concentración significativa en Lima con 657 000 jóvenes, representando el 43,3 % del total nacional. Otras regiones con alta concentración incluyen La Libertad (6,8 %), Arequipa (5,5 %) y Piura (5,3 %), reflejando una cierta correlación con otras variables sociales como los niveles de inseguridad en estas áreas.
Pero si se analiza el peso de los ninis por departamento, se observa que en Tumbes tiene una alta densidad, pues 1 de cada 3 jóvenes están en esa condición, una cifra preocupante para un departamento tan pequeño y de poca población.
Del mismo modo, en ocho departamentos del país se observa que entre el 20 % y 25 % de sus jóvenes no están estudiando ni trabajando; entre estos figuran Madre de Dios y Tacna (23,4 % cada uno), Loreto (23,2 %) y Moquegua (20,8 %).
Análisis sociodemográfico
Respecto al nivel socioeconómico, en el 2023, la pobreza afectó al 34,7 % de los ninis, evidenciando un incremento de 12,8 % respecto al año anterior. Cabe destacar que este dato es congruente con el aumento de la pobreza de la población total con respecto al 2022. Es importante mencionar que el ingreso promedio mensual en los hogares de los ninis ha mostrado un aumento progresivo, pasando de S/ 2 555 en 2019 a S/ 2 769 en 2023.
Entre tanto, la participación femenina entre los ninis ha disminuido ligeramente. En 2019, el 64 % eran mujeres, mientras que, en 2022, esta proporción se redujo al 61,2 %, hasta ubicarse en 2023 en 58,5 %, dato que evidencia aún una brecha de género de 17 puntos porcentuales.
El acceso a la educación superior también muestra fluctuaciones, con una proporción del 28,5 % en 2023, frente al 30,9 % de 2019 y al 25,8 % de 2022.
En el ámbito financiero, la exclusión de los ninis de este sistema ha disminuido notablemente, pasando del 72,1 % en 2019 al 57,4 % en 2022 y al 52,4 % en 2023, reflejando una mayor inclusión financiera en este grupo poblacional.
Ninis conectados
Por su parte, el acceso a internet ha mejorado significativamente entre los ninis, alcanzando el 95,6 % en 2023, lo que refleja una mayor conectividad especialmente en áreas urbanas, donde reside la mayoría de este grupo demográfico (91,8 % en 2023). Para dimensionar el avance, es importante mencionar que, en 2019, solo el 45,3 % de los ninis tenía conexión, mientras que, en 2022, esta cifra aumentó al 67,8 %.
Para el IEDEP, los ninis representan en el actual contexto un desafío y una oportunidad para el desarrollo inclusivo del Perú, con importantes implicaciones sociales, económicas y de políticas públicas que requieren atención y acción continua.
“Si se quiere reducir el número de ninis en el país, es sustancial implementar diversas estrategias y políticas enfocadas a una educación de calidad y accesible, impulsar la formación técnica y combatir la deserción escolar. Y, entre otras medidas, fomentar el emprendimiento juvenil, crear políticas laborales inclusivas y desarrollar programas de reinserción juvenil”, anotó Óscar Chávez.