Perú en serios riesgos sin obras de prevención

De acuerdo a lo señalado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) desde los primeros días del mes de julio se inició el fenómeno de El Niño, por lo que se espera que las temperaturas del aire sean mayores a lo normal, pronosticándose además lluvias ligeras en la costa norte. De la misma manera el Instituto del Mar del Perú (Imarpe) ha precisado que el Niño Global, como se le ha denominado para diferenciarlo del Niño Costero, generará un calentamiento anormal de la costa norte del país que está asociado a la “Corriente del Niño” y fuertes lluvias.

Foto Andina

Sin embargo, todavía no se puede precisar si este fenómeno de El Niño tendrá impactos fuertes, moderado o débil, lo que sí está claro, es que tendrá efectos en varios sectores vinculados a la pesca, agricultura, transporte, vivienda; por lo que se hace necesario analizar el impacto a fin de tomar medidas preventivas permanentes.

De hecho, el fenómeno de El Niño trae además de altas temperaturas, intensas precipitaciones fluviales, inundaciones en la costa, afectaciones en el sistema de transporte, en la agricultura, entre otros. En este contexto, Tumbes, Piura, Lambayeque, La Libertad se verán afectadas por lo que se tiene que afrontar esta situación y adoptar medidas preventivas permanentes para paliar el impacto, tanto del fenómeno de El Niño Costero y Global.

Efectos negativos en el norte

En ese sentido el ingeniero Raúl Delgado Sayán, especialista en temas de infraestructura, señaló que los daños y efectos de cada uno de estos fenómenos son conocidos, como son huaicos y las rutas que toman; el incremento de los cauces de los ríos y la erosión de los bordes de estos cauces y los drenajes pluviales.

El experto detalló que frente a estos daños y efectos, ya no se pueden hacer obras de prevención “lamentablemente la Autoridad para Reconstrucción con Cambios (ARCC) pasada, se dedicó a otra cosa, y no hizo estas obras, que no se pueden hacer en cinco meses, entonces lo que queda es atender la emergencia, para lo cual ya se han destinado 4,000 millones, de los cuales ya se giraron 3,000 millones, y nos dicen que están haciendo obras de prevención”.

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“En realidad no se está haciendo obras de prevención para mitigar ambos fenómenos, quizás lo que estén haciendo son obras de prevención inmediatas para el Niño Costero, pero no son obras de prevención permanentes que es lo que se necesita realizar para que en el tiempo se amortiguen los efectos. Descolmatación de cauces de río, no es obra de prevención, eso es obra de mantenimiento”.

Sequias en el sur

De otro lado, Raúl Delgado señaló que, en la zona sur, donde se viene anunciado una sequia que afectará la agricultura, ganadería, mencionó “los equilibrios hídricos son así, cuando en una zona hay lluvia en demasía, automáticamente en la otra zona se genera sequia por cuestiones de equilibrio; pero ambas situaciones son conocidas, pero al igual que los otros casos tampoco se han hecho obras de prevención permanente en estas zonas”.

Añadió que los sitios más complicados, según el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenepred) son Apurímac, Junín, Puno, ahora no hay agua y eso es difícil de sembrar, porque lo único que queda es ir al subsuelo, ya el Cenepred está programando alrededor de 490 pozos artesanales con profundidad de 3 a 6 metros hasta llegar a la napa freática y bombear agua.

“El problema es que esta agua no va a tener un efecto importante en la ganadería y la agricultura, pues básicamente va a ser para el consumo humano, sin embargo, puede ayudar a generar pequeños cultivos, así como algo de forraje para el ganado. Lo que sí se tiene que hacer es un afianzamiento hídrico, fundamentalmente de cuencas, porque esa situación va ocurrir cada cierto tiempo, por lo que hago un llamado a la empresa privada”.

“Hay que dejar de pelear con los mineros, con los cuales se convive en esas zonas, ya que estas empresas mineras tienen la parte tecnológica y pueden asesorar para estos afianzamientos de cuencas y demás, y llegar a soluciones, y en lugar de ser enemigos, ser amigos para poder sobrellevar este fenómeno”, acotó el especialista en infraestructura.

Agregó que hay un riesgo muy alto en 476,000 hectáreas de cultivo, pero hay soluciones que tienen que hacerse, remarco.

Las ciudades

Por otra parte, Raúl Delgado preciso, que, en el caso de creación de nuevas ciudades, incluso afectadas por estos fenómenos, a veces se recurre a lo mismo, cuando se debería innovar, y en ese contexto la parte arquitectónica ya existe en la normatividad y los arquitectos saben diseñar cuando se trata de lluvias o no; pero lo esencial no es básicamente la propiedad, pues en los techos y canaletas que se instalan funcionan bien.

“Sin embargo, todo lo anterior señalado de nada sirve si la ciudad se inunda, lo fundamental es que la ciudad esté preparada, más que las viviendas. Todos conocemos la magnitud de los daños por los Niños anteriores que están en el orden de 5 o 6 mil millones y si se suma los daños de comorbilidad de las personas (dejar de trabajar y producir por dedicarse exclusivamente a salvarse de los efectos del fenómeno, y que no se contabiliza), esta cifra puede alcanzar entre 3.4 a 6 por ciento del PBI en un año”.

Acotó que frente a toda esta problemática que vive el país, es imperdonable para el Perú que no se este haciendo obras de prevención que sean permanentes y definitivas, para que no afecte nunca más a las personas y ciudades, destacó el ing. Raúl Delgado, experto en obras de infraestructura.