Por CPC Alberto Reyes Villanueva
Docente de Finanzas y Tributacion en CIDE PUCP, asesor Consultor de empresas en contabilidad, finanzas, tributacion y laboral
El Perú como todos los países del mundo están sufriendo “parálisis económica” por la pandemia. Y toda esta situación, al decir de muchos analistas en el país y el mundo, hace suponer que el aislamiento de las personas y el cierre temporal de los negocios; contraerán en definitiva la economía nacional.
Una sana política económica y tributaria se hace necesaria e imprescindible para minimizar los efectos negativos. Las medidas gubernamentales de carácter urgente deben evitar la recesión y para ello se propone lo siguiente:
EN EL CAMPO TRIBUTARIO:
1. Reprogramación del vencimiento de las obligaciones formales y sustanciales (Declaraciones juradas) mensuales. Se declara pero no se paga.
2. Reprogramación de la Declaración Jurada anual 2019. Se declara y no se paga.
3. Refinanciamiento especial por emergencia: para toda deuda anterior a marzo 2020. Incluye las deudas en cobranza coactiva, fraccionamientos, refinanciamientos. Con plazo hasta 5 años con una tasa de interés equivalente al 50% de la tasa tributaria actual.
EN EL CAMPO ECONOMICO FINANCIERO:
1. Suspender el pago de los servicios públicos (Luz, agua, teléfonos, celulares, cables) por 6 meses sin intereses por 4 meses.
2. Reprogramación de los créditos comerciales, de vehículos y de viviendas u oficinas, tanto para empresas como para personas naturales. Con periodo de aplazamiento no menor a 4 meses.
3. Reprogramación de préstamos bancarios, leasing, leaseback, operaciones en descuento. Todos con aplazamiento mínimo de 3 meses. Con intereses preferenciales.
4. Nuevas líneas de crédito (con fondos COFIDE) para TODAS las MYPES con intereses a tasas internacionales (máximo 6% anual).
5. Inversión estatal en implementación de servicios sanitarios en todos los colegios, institutos, escuelas y universidades públicas. Deberá declararse en emergencia toda la infraestructura educativa.
6. Inversión estatal en implementación de servicios sanitarios en todos los hospitales, postas medicas. Deberá declararse en emergencia toda la infraestructura de salud.
Aquí no se trata de un modelo económico (capitalista, socialista, liberal, neoliberal, comunista, etc.); aquí se trata de una pandemia que ha paralizado la economía mundial con graves problemas sanitarios que se agravan para los países tercermundista como el nuestro. La inmovilización (parálisis) en el consumo y grandes gastos en salubridad han roto cualquier presupuesto estatal y privado que requieren de medidas extremas con el único propósito de reactivar el aparato capaz de reactivar la economía: LIQUIDEZ EMPRESARIAL.
Una economía sana se basa en el consumo y uso o prestación de servicios. La rueda económica girara más si se incentiva el consumo por el poblador y las empresas. Hoy nos toca una “economía de guerra” y para ello debe tomarse medidas extremas. No hacerlo generara recesión y allí si el caso es muy grave.
Esta es una magnífica oportunidad de rediseñar las políticas de estado políticas económicas, rediseño del sistema tributario, creación de un sistema preventivo de salubridad y la implementación de una política de apoyo a la investigación pública y privada con incentivos y financiamiento como nunca. Tenemos la materia prima, los investigadores, pero que falta es implementarla.