La recuperación económica en el año 2024

Por: CPC Ulises Rodas

La recuperación de la economía se debe básicamente a que el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) redujera la tasa de interés referencial en 25 puntos básicos, situándola en 4.75%.  A esto se suma que la inflación anual cerró en diciembre de 2024 en 2.0 %, ubicándose dentro del rango meta definido por el BCRP (entre 1 % y 3 %).

Otros indicadores claves para la recuperación están en que el mercado laboral formal registró una recuperación que creció de octubre a noviembre a una tasa real del 5.6%. Asimismo, el empleo formal privado creció en el periodo octubre-noviembre 2024 a una tasa de 6.2%. Este crecimiento se da básicamente por la producción agropecuaria con destino a la exportación.

El aumento de la inversión pública que impulsó la construcción de infraestructura (1170 proyectos de infraestructura) mejorando la conectividad y la generación de empleo. Gracias al destrabe de obras paralizadas, se permitió la ejecución de proyectos en forma paralela a la elaboración del expediente técnico.

El sector turismo se reactivó con fuerza, atrayendo a un número importante de turistas, gracias a la reactivación de las actividades turísticas que promovió el turismo comunitario en las diferentes regiones, certificación de empresas turísticas que promuevan la conservación de los recursos naturales.

Se produjo un incremento del consumo interno por la liberación de la compensación por tiempo de servicios y el retiro de los fondos de las AFP. Esta mayor liquidez en las familias trajo como consecuencia un mayor consumo de bienes y servicios, beneficiando al comercio minorista, la manufactura y los servicios.

Esta situación que se lee en datos estadísticos y se comenta en la prensa escrita, radial y televisiva no se aprecia en los mercados, en donde el ama de casa siente que los productos de primera necesidad han subido de precio y los sueldos y salarios no han aumentado, por lo que la percepción de la gente no es la misma que tienen los economistas. Notándose un divorcio entre los datos económicos y la realidad de los mercados. La economía se ha dinamizado gracias a la liberación de la CTS y el retiro de las AFP. Vale decir que el valor futuro se trajo a valor presente, dejando un futuro incierto de recursos a los hogares más necesitados.

Para el año 2025, se estima que las proyecciones de crecimiento serían de una economía sin presiones inflacionarias de demanda. Vale decir, sin aumento de precios de los bienes y servicios.

Por otro lado, tenemos que el tipo de cambio sería relativamente estable para el año 2025, tomando en cuenta que la inflación se mantendría en el rango meta fijado por el BCRP. La gran preocupación que se tendría es el ingreso del presidente Donald Trump respecto a los impactos potenciales de los aranceles y el tema del déficit fiscal de los Estados Unidos.

En relación a los indicadores económicos internos, el Perú mantendrá un superávit positivo respaldado por los altos precios de los minerales, lo que asegura el pago del impuesto a la renta, un movimiento económico que generará una alta oferta en dólares en el mercado local.