Por: CPC Ulises Rodas M.
Como es conocido por todos, la economía peruana en los últimos meses ha mostrado signos de recuperación reconocidos no solo por economistas en el Perú, sino a nivel regional. Por citar un dato estadístico, en noviembre del año 2024 el Producto Bruto Interno (PBI) creció en 3,93 % interanual, marcando una expansión consecutiva de casi 9 meses, crecimiento que fue principalmente impulsado por la agricultura y la pesca, que registraron incrementos de 12,4 % y 17,6 %, respectivamente. Así como estos dos sectores mostraron una recuperación, hay dos sectores que mostraron contracción del 2,2 % y 2,4 %; estos son la minería y la construcción, respectivamente.
El Banco Central de Reserva del Perú proyectó un crecimiento económico del 3 % para el año 2025, hecho que fue analizado por diferentes expertos en economía y han coincidido en que este ritmo de expansión sería insuficiente para abordar el desafío de la reducción de la pobreza y mejorar el empleo formal, por lo que aseguraron que se requiere un crecimiento anual superior al 4 % para abordar con mayor precisión la reducción de la pobreza y el incremento del empleo formal, y disminuir la informalidad de la economía peruana.
En el tercer trimestre del año 2024 se observó un incremento del 4 % de la inversión privada, básicamente por la expansión del sector manufactura y comercio que creció en 11,4 %, sectores que ayudaron a la expansión económica impulsando el consumo y la generación de empleo formal. En tanto, se observa que la minería se contrajo en 2,2 % en noviembre del 2024, mostrando una menor producción de cobre, zinc y oro. Esto limitó tener un impacto positivo a pesar de ser un sector clave para la economía peruana, debido a los constantes conflictos mineros en Pataz con los mineros formales e informales, que limitan la producción de oro de la compañía minera La Poderosa.
El proyecto estratégico en manufactura y comercio, como el Mega puerto de Chancay, impulsa la inversión y el dinamismo de estos dos sectores. Se fortaleció el comercio, la manufactura, se incrementó el consumo privado, lo que favoreció el crecimiento económico.
Es indudable que la inversión privada se ve afectada por la inseguridad ciudadana, que limita el potencial crecimiento económico, que influye en las decisiones de nuevas inversiones o ampliaciones de inversión. Pese a estos desafíos, el Perú mantiene una estabilidad macroeconómica debido principalmente al manejo de la economía por el Banco Central de Reserva del Perú, sin apoyo del Ministerio de Economía y Finanzas, que muestra un manejo débil en la administración del gasto corriente, aumentando el déficit fiscal, elevando el riesgo país y reduciendo la posibilidad de una mayor inversión pública.
Al final del día, a pesar de los desafíos existentes de la inseguridad por los altos índices de criminalidad en el país, el Perú ofrece oportunidades de inversión en infraestructura, manufactura y comercio, con la recomendación de hacer una evaluación del entorno político y económico del momento, así como las expectativas de mediano y largo plazo antes de tomar la decisión de inversión.