Economía agobiada por la conflictividad social e impacto del ciclón “Yaku” apenas crecerá 2.6%

Informe: Paúl Caso Monzón / Magíster en información económica

Las violentas protestas sociales que paralizaron la actividad productiva en distintas regiones del país, así como el impacto del ciclón “Yaku” que ha provocado intensas precipitaciones pluviales e inundaciones con secuelas de destrucción, han pasado “factura a la economía peruana” que este año crecerá 2.6% a nivel del Producto Bruto Interno (PBI), un recorte respecto a un pronóstico anterior del ente emisor que estimó un crecimiento de 2.9%.

Julio Velarde, presidente BCR

El presidente del Banco Central de Reserva (BCRP), Julio Velarde, en la presentación del Reporte de Inflación, afirmó que “se espera un crecimiento más bajo de la actividad económica nacional en 2023 por el impacto de los conflictos sociales y de las lluvias registradas a la segunda semana de marzo. Sin embargo, para el año 2024 se mantiene un crecimiento del PBI de 3.0%”.

De acuerdo al BCRP las expectativas empresariales disminuyeron considerablemente en enero, aunque en febrero se recuperaron debido a la menor intensidad de las protestas. Además, por el lado del gasto, la conflictividad social afectó la confianza de empresarios y consumidores, situación que implicará menor crecimiento del gasto privado este año y una recuperación gradual el 2024.

Inclusive, se espera que la inversión privada vuelva a contraerse 0.5% en 2023 en un escenario de recuperación gradual de la confianza empresarial, según el reporte “Panorama Actual y Proyecciones Macroeconómicas 2023-2024”.

Por el contrario, el crecimiento de la inversión pública del Gobierno Nacional en 2023 superaría la caída de la inversión de gobiernos subnacionales y empresas públicas, proyección que incorpora un mayor gasto de inversión por las medidas de aceleración y destrabe de la inversión pública y el plan “Con Punche Perú”.

Inflación de 3.0%

El presidente del BCRP estima que este año la inflación se ubique en 3.0% teniendo en cuenta una reducción gradual de expectativas inflacionarias, el hecho que la actividad económica se aproxime a su potencial y la reversión de choques transitorios de oferta. “El Perú mantiene una de las tasas de inflación total y subyacente más bajas de Latinoamérica”, aseguró Velarde.

La inflación global también ha moderado su tendencia alcista, aunque permanece muy por encima de las metas de los bancos centrales que continuaron elevando sus tasas de interés, aunque a menor ritmo. Además, se esperan precios más bajos de alimentos -como el maíz y trigo- debido a favorables perspectivas de producción de Estados Unidos.

Respecto al tipo de cambio, el sol ha continuado con la tendencia apreciatoria de 2022 y, por consiguiente, la cotización del dólar en el mercado local muestra una tendencia a la baja. Asimismo, las reservas internacionales ascienden a 74 mil millones de dólares, cifra equivalente a 29% del PBI, el más alto de la región.