Kathy Miranda L. – German Loyaga
ZOE PET SHOP es el negocio formal que creo María Orión Esquén, una pequeña empresaria dueña del taller, que se inició en el negocio pensando hacer algo diferente al resto de lo que veía en las tiendas para mascotas en Lima.
“Todo lo que veía era lo usual y normal que hacían los fabricantes de camas para mascotas que enviaban a las tiendas a comercializarlas, entonces yo quería hacer algo diferente”, señala María Orion. Ella Empezó haciendo una cama de cuevita que nadie la tiene en el Mercado Central donde se venden sus camas para mascotas. Junto con su hija Katherine desarrolla el molde de la cama-cueva, ya que es ella quien desarrolla los moldes.
Durante el desarrollo del molde se pusieron a pensar que podía diferenciarlos de los demás fabricantes de camas para mascotas, y le pusieron orejitas, ya que el molde de la cama-cueva era para perritos, asimismo colocaron un lazo en la parte superior, y así empezamos con un primer producto.
Tanto ella como su hija Katherina se iniciaron en el negocio hace 5 años, y la idea de empezar este emprendimiento fue de ambas. “Mi hija hace los moldes y yo pongo la creatividad, es decir, me encargo de poner los detalles y hacerlos diferentes a lo que se expende en el mercado”.
El nombre del negocio familiar Zoe Pet Shop, nace de su perrita muy querida que se les extravió, y en memoria a ella decidieron ponerle el nombre a su negocio.
“Nuestros clientes son casi todas las tiendas del Mercado Central de Lima y de la ciudad de Huancayo, así como también veterinarias. Me piden de otras provincias, pero no puedo abastecer a más clientes por el momento porque no me doy abasto”, señala con cierta incomodidad María.
En su taller elaboran diariamente 70 camas al día para perros, gatos y conejos, únicamente con dos tallas. “Me falta personal aún, tengo muchos pedidos, nosotros somos una microempresa y trabajamos con siete personas”.
María cuenta que trabaja con sus proveedores hace ya cinco años. “Hago mis pedidos y ellos me tienen todo listo”. Cuando se inició en el negocio compraba día a día los insumos porque no contaba con capital y no quería endeudarse.
“Con mi hija empezamos con uno y hasta dos metros de tela, llevaba diez camas al día y esas camas que vendía, en ese mismo rato me iba a Gamarra a comprar material para el día siguiente; y así estuve progresivamente. Igual sucedió con las esponjas, compraba dos planchas, al día siguiente compraba tres, al otro día siguiente cuatro. Ahora compro mi tela para la semana y la esponja ya no compro ni una ni dos, sino 25 planchas al día, y la tela compro para la semana”, detalla orgullosa nuestra exitosa emprendedora.
Su vivienda ubicada en la Av. José Granda, se ha convertido en su taller-vivienda, por lo que se ha visto obligada a habilitar todo el segundo piso de su casa como taller. Por ahora abrir una tienda propia donde vender sus camas para mascotas, es un sueño que lo ha pensado mucho, y considera que será algún día, pues tiene más modelos en la cabeza para producir.
“Empiezo muy temprano y termino a las seis o siete de la noche, descanso un rato y subo a seguir avanzando y puedo terminar a la una de la mañana, porque muchas veces me piden que lleve 50, 100 y si pueden pedirme más me lo solicitan, y allí el tiempo es muy corto. Por esa razón, si tuviese una tienda tendría que poner alguien de suma confianza para atender el negocio”.
“Como reitero, los modelos y detalles las creo yo misma, y eso me llama a más ventas. Las colchonetas son bordadas, por lo que al bordador tengo que explicarle que es lo que quiero, al igual que el estampado. En realidad, todas las camas son iguales para mis clientes, ya sea del Mercado Centra, de Huancayo o las veterinarias”.
“Zoe Pet Shop, abastece a las veterinarias a raíz de una publicidad que colocó mi hija por redes sociales, y las veterinarias empezaron a pedir, ella es mi socia estratégica y el cerebro de los moldes”.
Inicialmente para confeccionar las camas de conejitos, María tuvo que comprar un conejo a fin de medir el tamaño de estos animalitos, y es de acuerdo al tamaño que calculaban el tamaño para la confección de estas camas.
“Me siento muy satisfecha que grandes tiendas del Mercado Central así como de otros lugares quieran mis camas para macotas y que en provincias también me llamen para tener más acogida, y eso me da satisfacción y sueño con algún día tener una tienda, y sé que con todo este esfuerzo más adelante se va a dar”, resaltó María Orión de Esquén.