Aprendizaje que escala: la travesía de la Mochila Forestal para capacitar a líderes indígenas en la Amazonía

En un viaje en bote de varias horas desde Pucallpa hasta Amaquiria, una comunidad nativa a 121 kilómetros de la capital de Ucayali, Roberto Fernández, líder indígena, se embarca en una travesía de conocimiento. El trayecto es accidentado: el caudal del río es bajo, consecuencia del cambio climático, lo que obliga a continuar el viaje por tierra.

Comunidad de Amaquiria en Ucayali

Lleva con él una mochila de lona que se ha vuelto esencial en su misión de transmitir a los miembros de su comunidad conocimiento. Utiliza la Mochila Forestal para transmitir conocimientos y mejorar la gestión de sus bosques comunitarios. Roberto Fernández se ha convertido en un capacitador comunitario gracias a esta ingeniosa metodología de aprendizaje intercultural, que ha viajado desde las ciudades hasta las regiones más remotas de Perú.

“Estar al frente de mis compañeros me hace sentir contento, porque puedo hablarles a mis comuneros, sobre todo a los jóvenes. Por primera vez estoy capacitando a una gran cantidad de gente, y me hace feliz compartir lo que he aprendido”, comenta.

La Mochila Forestal nació en 2013 como una metodología dirigida a las comunidades nativas y campesinas, a fin de responder al reto de capacitarlas y empoderarlas en la gestión y aprovechamiento sostenible de sus bosques comunales. Esta herramienta ha ido evolucionando a lo largo de los años, hasta el punto en que el Osinfor ha cedido su uso a otras entidades y ha desarrollado diferentes temáticas junto a ellas. La metodología ahora es utilizada por diferentes instituciones, tanto a nivel nacional como internacional.

Una de las principales características de la Mochila Forestal es que las comunidades indígenas pueden usarla para enseñar a sus pares. Roberto es un ejemplo de ello. Junto con otros líderes y representantes indígenas de Ucayali, recibió formación especializada en la ciudad de Pucallpa, como parte de una estrategia integral desarrollada por el Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre (Osinfor), que involucra al Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR), y que cuenta con el apoyo de Forest+, un programa de Usaid y el U. S. Forest Service, con un objetivo en mente: asegurar la sostenibilidad en el tiempo de la difusión y transferencia de conocimientos a los pueblos indígenas amazónicos.

Con esa finalidad, el Osinfor y Serfor cocrearon la temática sobre Negocios Forestales y de Fauna Silvestre con la Mochila Forestal, mediante un proceso meticuloso en el que participaron el Gobierno Regional de Ucayali, el CITE Forestal Pucallpa y el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp). La estrategia abarca la formación de profesionales como capacitadores y el traspaso de la metodología de enseñanza a líderes comunales. “En el OSINFOR estamos comprometidos con la sostenibilidad de nuestras intervenciones, por lo que hemos implementado una estrategia de capacitación integral, que empieza con la formación de capacitadores especialistas del sector forestal, para que, a su vez, capaciten a las comunidades de la Amazonía”, explica Jhonatan Portocarrero, especialista en Capacitación Forestal y Fauna Silvestre del OSINFOR.

La temática permite identificar oportunidades de negocio a partir del aprovechamiento sostenible de los recursos del bosque diferentes a la madera, como frutos (aguaje, castaña, etc.), plantas medicinales, el ecoturismo y la carne de monte (carne de sajino o venado). Tras desarrollar la temática, Osinfor capacitó en Lima a los profesionales del SERFOR para que puedan utilizar la Mochila Forestal. Posteriormente, se trasladaron hasta Pucallpa, donde los capacitadores del Serfor realizaron la “formación de formadores”, es decir, enseñaron el uso de la metodología y la temática a 17 hombres y mujeres, entre profesionales de la autoridad regional y líderes indígenas, incluido Roberto.

El efecto multiplicador

Tras recibir una Mochila Forestal con la temática, Roberto y sus compañeros regresaron a sus comunidades nativas, listos para compartir sus conocimientos. Su papel no solo es el de líderes, sino también el de capacitadores comunitarios. Esta estrategia es un ejemplo de cómo el conocimiento se difunde y se internaliza en las comunidades de una manera poderosa y respetuosa de su cultura.

Roberto ha tomado la responsabilidad de enseñar a sus hermanos y hermanas indígenas cómo realizar negocios forestales y de fauna silvestre de manera sostenible. La Mochila Forestal se convierte en su aliada, un recurso visual y educativo que desmitifica la gestión responsable de los recursos naturales. Para las comunidades, aprender a generar ingresos sostenibles a partir del bosque es un paso importante hacia la autonomía y el desarrollo.

Este enfoque estratégico tiene un impacto multiplicador. Al capacitar a líderes y representantes indígenas, Osinfor y Serfor están construyendo puentes entre las instituciones, las comunidades y la industria forestal. Están fomentando el entendimiento y la colaboración entre los diferentes actores, con el objetivo de garantizar que los negocios forestales se desarrollen de manera sostenible, legal y respetuosa con el entorno.

Es así que, hasta la fecha, se ha formado a más de 100 capacitadores comunales, se ha realizado más de 50 réplicas con la Mochila Forestal y se ha capacitado a 900 miembros de comunidades indígenas. La metodología, además, tiene un enfoque de género, lo que ha aumentado la participación de mujeres indígenas en las capacitaciones y la gestión forestal, pasando del 16% en 2019 al 24% en 2022. Hemos compartido 4 temáticas adaptadas a la metodología de la Mochila Forestal con otras entidades del sector forestal en el Perú.

La historia de Roberto y la Mochila Forestal es un testimonio vivo de cómo la educación, la colaboración y el respeto intercultural pueden abrir caminos hacia un futuro más sostenible. En un rincón remoto de la Amazonía, se está tejiendo un futuro en el que la riqueza de la selva amazónica se comparte de manera equitativa, y donde el bosque y su gente prosperan juntos. Es un ejemplo inspirador de lo que es posible cuando las comunidades se empoderan y los recursos se gestionan con visión a largo plazo.