Una de las consecuencias más negativas que el Covid-19 ha dejado en el Perú, es no solo la gran cantidad de fallecidos por esta pandemia, sino también la gran cantidad de contagios, a tal punto que en su momento la Universidad Johns Hopkins nos ubicó como uno de los países con la más alta tasa de mortalidad de los 20 países más afectados por este virus.
Pero no solo fue eso, sino que también según estadísticas oficiales del INEI, entre abril de 2020 y marzo 2021, el empleo informal en el área urbana creció 5.1%, habiéndose incorporado 418 mil trabajadores a la informalidad, todo ello debido a la rigurosa cuarentena que impuso el gobierno de Vizcarra entre abril y junio del 2020 que dejó sin trabajo a un promedio de casi 7 millones de personas.
Según el IPE la tasa de informalidad en el país llegó a junio de este año en 74.3%, subiendo 1.7 puntos porcentuales respecto al año 2020. Entonces la pregunta salta a la palestra, ¿qué hacer para bajar esta informalidad?, pero para no ser tan grosero con este término, mejor diría, ¿qué hacer para formalizar a las personas y sus negocios que han caído en esta situación?
Para ello, Brújula Económica conversó con el especialista en temas financieros-económicos y de microfinanzas, Joel Siancas Ramírez, quien señaló que el Gobierno debería tomar diversas acciones para formalizar a las Mypes, ahora que la informalidad se ha apoderado del país.
Según el experto, una de las primeras acciones que se debería adoptar es fomentar a través de las Cámaras de Comercio y las universidades, el fortalecimiento de las incubadoras de Mypes, apoyando los surgimientos de nuevos emprendimientos y acompañándolos en la etapa inicial, para evitar la mortandad temprana del desarrollo de la empresa, dado que el desarrollo de las mismas contribuirá de manera positiva al crecimiento económico del país, además favorece la generación de empleo y mejora os ingresos en las familias.
Asimismo, detalló que una segunda medida sería establecer impuestos mínimos durante la etapa inicial (3 años) de la formalización de las Mypes. Considerando que gran porcentaje de las Mypes se encuentran en informalidad, se debe proponer la gradualidad tributaria de acuerdo al periodo de vida de las Mypes, y de esta manera reducir la evasión de impuestos.
Una tercera medida para Siancas Ramírez es establecer líneas de financiamiento canalizadas a través de organismos del Estado como COFIDE, para que las Mypes formalizadas puedan acceder en su etapa inicial, con la finalidad de incluirlos en el sistema financiero. La informalidad de las Mypes limita la cantidad de información que pueden divulgar a los prestamistas, dado que carecen de estados financieros o planes de negocios, lo que limita su acceso al sistema financiero y/o aumenta el costo del financiamiento, es por ello que el sector financiero cobra tasas más altas o niega el acceso a los servicios financieros.
Igualmente, el experto detallo que una cuarta medida es establecer cuotas de participación y elección de mypes formalizadas en los procesos de proveedores en entidades como gobiernos regionales, provinciales y distritales.
“Una quinta medida es otorgar incentivos tributarios al consumidor para que solicite boletas y/o comprobantes de pago en cada compra que realice. Se estructuraría un sistema de descuentos/devoluciones de impuestos para los consumidores que compren a las Mypes, de esta manera el consumidor sería un agente clave para la disminución de la evasión tributaria”, acotó.
Y una sexta medida para Joel Siancas estriba en fortalecer a través de la currícula de la educación básica, temas de creación de empresa y la importancia de la gradualidad tributaria. Con ello se lograría una mayor fomentación de cultura tributaria en la ciudadanía y en los contribuyentes.
German Loyaga A.