Comentar experiencia con el fraude: una forma de prevenirla

Las festividades de diciembre son muy esperadas por los peruanos, pero también es una etapa en la que hay que mantenerse alerta, ya que las estafas por fraude tienden a aumentar. En un contexto donde las técnicas de fraude evolucionan constantemente, el intercambio de información se ha vuelto esencial para anticipar y combatir el fraude.

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Según datos recientes de Experian, el 83 % de las personas están dispuestas a compartir su experiencia tras haber sufrido algún incidente de fraude por suplantación. ¿Qué significa esto? Después de que alguien sufre fraude, como un caso de suplantación de identidad en el que sacan créditos a su nombre o usan su información para actividades indebidas, la persona comparte su historia para generar mayor prevención a su alrededor.

Al conocer las experiencias de otros, es posible entender las nuevas modalidades de los estafadores y estar alerta ante posibles amenazas. Esta disposición refleja la importancia de crear redes de información que nos ayuden a protegernos de nuevas amenazas.

En Perú, el phishing y el hackeo de cuentas bancarias son algunas de las modalidades de fraude más comunes, y durante la temporada navideña y de Año Nuevo, las estafas relacionadas con falsas ofertas, bonos y préstamos tienden a multiplicarse. Además, tras recientes incidentes en grandes organizaciones bancarias y de seguros, las alertas han crecido.

Por ejemplo, este aumento se respalda con el informe de Data Breach de Experian Global, que indica que el 57% del fraude lo comenten personas proviene de empleados o de una combinación de empleados y externos, reflejando además un cambio en la sofisticación de las modalidades de fraude y los actores involucrados.

“Las técnicas de fraude y robo de identidad son cada vez más sofisticadas y cambiantes. Por eso, compartir historias, datos y experiencias ayuda a cerrar brechas, concientizar sobre la frecuencia de estos casos y anticipar posibles estafas nos permite tener una mayor prevención. El objetivo es no volvernos cuidadosos después de sufrir el ataque de fraude, sino estar alerta para que no nos ocurra. El acceso a información actualizada y el conocimiento de modalidades permite una detección temprana de riesgos y empodera tanto a personas como a organizaciones para actuar de manera proactiva y responsable”, expresa Omar Azcona, especialista de Venta Consultiva de Experian Spanish Latam.

Impacto positivo del intercambio de información

La cena de Navidad o celebración de Año Nuevo son ocasiones en las que muchos peruanos se reúnen con familia y amigos. Estos espacios son ideales para compartir experiencias, incluyendo las de fraude, ya que pueden ser fundamentales para prevenir más casos en nuestro entorno. Es importante perder el miedo o la vergüenza por haber sido víctima de una estafa y ser conscientes que contar las historias es una de las mejores formas de prevenir futuros incidentes, tanto para uno mismo como los allegados, detalla Azcona.

La prevención proactiva es clave para identificar y abordar los riesgos antes de que se materialicen. Además, fortalecer las redes de apoyo promueve la colaboración y cierra brechas de seguridad para crear un entorno más seguro. La educación digital es fundamental para sensibilizar a más personas sobre los riesgos y cómo prevenirlos. Así, compartir las historias de fraude no solo educa, sino que también contribuye a crear un frente común, permitiendo enfrentar estos desafíos de manera más efectiva y solidaria.

“El intercambio de información fortalece a todos. Nos permite aprender de experiencias reales, identificar nuevas amenazas y actuar con rapidez para proteger nuestra identidad y seguridad. En este sentido, compartir nuestras experiencias de fraude se convierte en una herramienta valiosa, ya que permite visibilizar y alertar a otros sobre las tácticas más recientes utilizadas por los estafadores, sobre todo en esta época de reuniones familiares y de amigos. Apoyarnos y aprender entre todos es la clave”, concluye la especialista.